Es muy sugerente dejarse llevar por lo que nos muestran las películas de ciencia ficción, interiorizando esa sensación, de que tarde o temprano las máquinas se revelarán contra sus creadores. Bastan unas cuantas sesiones de cine, y vemos como muchas películas basan sus argumentos en enfrentamientos entre humanos y máquinas.
Los humanos y las máquinas son dos tipos diferentes de seres, cada uno con sus propias habilidades y limitaciones. Los humanos somos seres vivos con capacidades como el pensamiento consciente, la emoción y el libre albedrío, mientras que las máquinas son creadas por el ser humano y se basan en la lógica y la programación para realizar tareas específicas. Aunque las máquinas pueden ser muy útiles y eficientes en ciertas áreas, todavía hay muchas cosas que solo los seres humanos somos capaces de hacer. Por lo tanto, no se puede decir que exista una competencia real entre los humanos y las máquinas, sino que más bien deberíamos verlas como herramientas que nos ayudan a hacer nuestro trabajo de manera más eficiente.
La inteligencia de las máquinas es un tema altamente debatido en el campo de la ciencia de la computación y la inteligencia artificial. No existe una única forma de medir la inteligencia de las máquinas, ya que esta puede manifestarse de muchas maneras diferentes y dependerá del contexto en el que se utilice la máquina. Una forma común de medir la inteligencia de las máquinas es a través del uso de tests de inteligencia artificial, que pueden evaluar su capacidad para resolver problemas, razonar, planificar, aprender y ejecutar tareas de manera autónoma. Sin embargo, estos tests tienen sus propias limitaciones y no pueden medir todos los aspectos de la inteligencia de las máquinas. En general, la forma en que se mide la inteligencia de las máquinas seguirá siendo un tema de debate en el futuro.
¿Cómo podríamos evaluar el nivel de inteligencia de las diferentes inteligencias artificiales que van apareciendo? El famoso Test de Turing fue creado como una prueba para evaluar la capacidad de una IA para hacerse pasar por un humano, utilizando como única interfaz una conversación por chat. No estamos hablando necesariamente de que la máquina sea inteligente, sino que simplemente es capaz de simular el comportamiento humano.
Por lo tanto el Test de Turing no nos vale para medir el nivel de inteligencia de las máquinas. Para poder abordar esta cuestión, tenemos que ver antes, que es la inteligencia y como la medimos en las personas.
¿Qué es la inteligencia?
Veamos algunas definiciones:
- La inteligencia es la habilidad para adquirir conocimientos, pensar y razonar con eficacia, y manejarse en el entorno de modo adaptativo.
- La inteligencia es la capacidad de entender, asimilar, elaborar información y utilizarla para resolver problemas y parece estar ligada a funciones mentales como percepción y memoria.
Poco nos aportan estas definiciones para medir la inteligencia. Por otro lado, ya no se habla de inteligencia como de una propiedad única, sino que hay muchos tipos de inteligencia. Howard Gardner, estudioso y profesor de la Universidad de Harvard que se dedicó a investigar las capacidades cognitivas del ser humano, presentó la teoría de las inteligencias múltiples en 1983:
- Inteligencia lingüístico-verbal: habilidad para dominar el lenguaje.
- Inteligencia lógico-matemática: habilidad para razonar de forma deductiva y lógica y la capacidad de resolver problemas matemáticos.
- Inteligencia espacial-visual: capacidad para observar el mundo y los objetos desde distintas perspectivas para resolver problemas.
- Inteligencia musical-auditiva: capacidad para componer o interpretar piezas musicales.
- Inteligencia corporal-kinestésica: la habilidad para utilizar el propio cuerpo pudiendo para expresar o para moverse.
- Inteligencia Intrapersonal: capacidad para entenderse a sí mismos.
- Inteligencia interpersonal: capacidad para relacionarse y llevarse bien con otras personas.
- Inteligencia naturalista: capacidad para clasificar y comprender elementos del medio natural (objetos, animales y plantas) para sobrevivir.
- Inteligencia emocional: comprende tanto a la inteligencia intrapersonal como la interpersonal. Autoconciencia, autocontrol, automotivación, empatía y habilidades sociales.
- Inteligencia colaborativa: capacidad para escoger la mejor opción para alcanzar una meta, trabajando en equipo.
- Inteligencia creativa: capacidad para innovar y abordar situaciones de múltiples formas, con flexibilidad, produciendo soluciones originales.
- Inteligencia existencial filosófica: capacidad para reflexionar sobre la propia existencia.
¿Cómo de inteligentes son las máquinas?
Las máquinas pueden ser muy inteligentes en ciertos aspectos, pero todavía tienen muchas limitaciones en comparación con los seres humanos. Las máquinas se basan en la lógica y la programación para realizar tareas específicas, lo que las hace muy eficientes y precisas en ciertas áreas. Sin embargo, las máquinas carecen de la capacidad de pensamiento consciente, la emoción y el libre albedrío que caracterizan a los seres humanos, lo que limita su capacidad para resolver problemas de manera creativa y adaptarse a situaciones cambiantes. En general, se puede decir que las máquinas son muy inteligentes en ciertos aspectos, pero todavía tienen mucho camino por recorrer en comparación con la inteligencia humana.
¿Y si medimos el desempeño de las máquinas en cada una de las facetas de la inteligencia descritas para las personas? De forma específica, las máquinas ya manifiestan aptitudes sorprendentes en muchas de las dimensiones de la inteligencia. Para responder a la pregunta de cómo de inteligentes son las máquinas vamos a analizar cada una de estas dimensiones.
Tipos de inteligencia desarrollada por las máquinas
Las máquinas pueden desarrollar diferentes tipos de inteligencia, dependiendo del contexto en el que se utilicen y de la forma en que estén programadas. Algunos de los tipos de inteligencia que las máquinas pueden desarrollar incluyen:
Inteligencia colaborativa
Los cobots son robots diseñados para trabajar de manera colaborativa con los seres humanos en lugar de reemplazarlos. Los cobots suelen ser diseñados para ser más pequeños y menos potentes que los robots industriales tradicionales, y suelen tener sistemas de seguridad incorporados para evitar lesiones a las personas que trabajan junto a ellos. Los cobots se utilizan en una variedad de aplicaciones, como la manipulación de objetos pequeños en la industria de la electrónica, el empaquetado de alimentos y la fabricación en general. Los cobots pueden ayudar a los seres humanos a aumentar su eficiencia y a realizar tareas que son difíciles o peligrosas para ellos, como trabajar en entornos poco amigables o repetitivos.
Inteligencia creativa
La creatividad se refiere a la capacidad de producir ideas o trabajos originales y valiosos, y es una cualidad muy difícil de medir y reproducir en una máquina. Sin embargo, hay algunos ejemplos de máquinas que han demostrado cierta capacidad para la creatividad, como DALL-E 2 o Stable Diffusion.
Podemos usar estas herramientas para acelerar el proceso creativo, creando contenidos para ilustrar libros, comics o poemas, imágenes originales para acompañar cualquier tipo de presentación o para la creación literaria.
Inteligencia lingüística
En este campo, al igual que en la generación de imágenes sintéticas está habiendo una gran revolución impulsada por los grandes modelos de Inteligencia Artificial. Merece especial atención el nuevo modelo de GPT-3 entrenado especialmente para la conversación. Es impresionante y lo puedes probar aquí.
Adicionalmente a la generación de texto, encontramos herramientas como Whisper que nos permiten implementar soluciones de reconocimiento de voz. Whisper es un sistema de reconocimiento automático de voz (ASR) entrenado en 680.000 horas de datos supervisados multilingües y multitarea recopilados de la web. El uso de un conjunto de datos tan grande ofrece un mejor comportamiento con los acentos, el ruido de fondo y el lenguaje técnico. Además, permite la transcripción simultánea en varios idiomas, así como la traducción de esos idiomas al inglés.
Inteligencia lógico-matemática
Problemas clásicos de primaria son fácilmente resolubles por una máquina.
Aumentamos un poco el nivel, y probamos con problemas de 6º de Primaria. Vemos que aun siendo un problema sencillo, la máquina no consigue expresar un resultado. En cualquier caso es interesante como desarrolla una respuesta indicando lo que necesita obtener para calcular la respuesta correcta.
Probamos con el mismo problema con el otro modelo de IA. En este caso, el sistema nos dará una respuesta siempre, aunque esta no sea correcta. Esto nos lleva a plantearnos la siguiente cuestión. ¿Qué ocurre con verificación de los resultados que empezará a ofrecer la IA con cada vez más frecuencia? ¿Quién verificará que las respuestas son correctas? ¿Qué ocurrirá con la confianza en la idoneidad de las respuestas o de los contenidos generados automáticamente cuando estos sean indistinguibles de los contenido generados por una persona?
En este último ejemplo vemos que la máquina se está equivocando de nuevo al no entender que tiene que hacer algunos cálculos intermedios.
Pero si le planteamos el problema al nuevo modelo de Chat GPT-3, fijaros lo que es capaz de hacer. Le ha costado unos 3 segundos resolver un problema matemático de los que se plantean en nuestras escuelas a niños de 10 años y lo hace además argumentando perfectamente los pasos que ha dado para resolverlo.
Inteligencia espacial
La inteligencia espacial es una forma de inteligencia que se refiere a la habilidad de percibir, imaginar y manipular objetos en espacio. Las personas con alta inteligencia espacial tienen una buena capacidad para comprender y representar objetos en tres dimensiones, lo que les permite, por ejemplo, resolver problemas de geometría y navegar en espacios complejos. La inteligencia espacial también es importante en actividades como la lectura de mapas, el diseño de edificios y la conducción de vehículos.
En este campo, a las máquinas les queda mucho terreno por recorrer, pero si nos fijamos en lo que están consiguiendo ya en espectáculos de drones con luces, creando escenas impresionantes, está claro que en pocos años, también en esta dimensión de la inteligencia nos superarán ampliamente.
Inteligencia musical
Hace algunos años empezaron a surgir ejemplos de composiciones musicales creadas de forma artificial. En el siguiente video podemos ver un ejemplo de video musical creado siguiendo el estilo de los Beatles:
Hoy día encontramos servicios como AIVA, que nos ofrecen la posibilidad de crear música de forma muy sencilla.
En la creación artística, las máquinas han conseguido aprender el sentido de la estética y los patrones que asociamos con la belleza y con la harmonía. Pero cuando se trata de emocionar o de transmitir algún sentimiento, todavía no alcanzan los resultados que hemos conseguido los humanos. La capacidad de poner la piel de gallina o de emocionar hasta conseguir hacer saltar las lágrimas es algo que todavía no está al alcance de las máquinas. ¿Cuándo crees que veremos el primer éxito musical creado totalmente de forma artificial? Yo creo que no falta tanto y que en pocos años lo veremos hecho realidad.
Inteligencia corporal-cinestésica
La inteligencia corporal es una forma de inteligencia que se refiere a la habilidad de utilizar el cuerpo para expresarse y resolver problemas. Las personas con alta inteligencia corporal tienen una buena coordinación, equilibrio y destreza física, lo que les permite, por ejemplo, bailar, jugar deportes y realizar tareas manuales. La inteligencia corporal también se relaciona con la capacidad de sentir y controlar las emociones a través del lenguaje corporal y el contacto físico. Esta forma de inteligencia es importante en áreas como el teatro, la danza y la educación física.
Son ampliamente conocidos los videos de Boston Dynamics en los que vemos como robots cada vez más sofisticados, caminan, saltan, hacen piruetas o realizan trabajos sencillos
No es comparable lo que consiguen los robots con lo que podemos hacer los humanos en un teatro lleno de espectadores disfrutando con un ballet o con cualquier tipo de espectáculo. La danza puede ser una forma hermosa de expresión artística que combina el movimiento corporal, la música y el ritmo. Los bailarines pueden crear una gran variedad de efectos visuales y emocionales mediante el uso de diferentes movimientos, estilos y técnicas. La belleza de la danza está en su capacidad para transmitir emociones, contar historias y crear conexiones entre las personas a través del lenguaje del cuerpo. Esto, todavía, no lo pueden hacer los robots.
Os animo a ver el siguiente video en el que los alumnos del conservatorio de Mariemma preparan la actuación de final de curso. El sentimiento y la capacidad de combinar de elementos para crear un espectáculo de este tipo, no están al alcance de las máquinas.
Tipos de inteligencia todavía no desarrollada por las máquinas
Como hemos visto, las máquinas empiezan a ser plenamente competentes en campos que antes eran impensables o simplemente formaban parte de la ciencia ficción. Todavía no hay ninguna entidad artificial que sea capaz de orquestas todas estas capacidades con la adaptabilidad de los seres humanos, pero vemos como de forma separada empiezan a despuntar en muchos campos.
Los reductos en los que las máquinas todavía no demuestra cierta competencia son los relacionados con la inteligencia intrapersonal (capacidad para entenderse a sí mismos), la inteligencia interpersonal (capacidad para relacionarse y llevarse bien con otras personas) o la inteligencia emocional, entendida como autoconciencia, autocontrol, automotivación, empatía y habilidades sociales. Este tipo de inteligencia podría estar ya abordado por las máquinas, cuando nos hacen por ejemplo, detección de emociones.
La inteligencia existencial (capacidad para reflexionar sobre la propia existencia) es quizás la última frontera antes de que las máquinas adquieran capacidades de inteligencia realmente comparables con la humana. Mientras tanto veremos como surgen nuevas herramientas inteligentes cada vez más sofisticadas, aunque como hemos visto, el listón lo hemos puesto realmente alto. Las máquinas inteligentes, no son una amenaza, son una herramienta más que tenemos que aprender a utilizar y una gran oportunidad para acelerar el progreso.